Impresionismo | ||
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Corriente musical del siglo XX | ||
Vaslav Nijinsky bailando el Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy. | ||
Creación y orígenes | ||
Lugar de origen | Francia, con especial relevancia en París | |
Momento de creación | Finales del siglo XIX | |
Actividad | ||
Periodo de popularidad | desde 1875 hasta 1925 aproximadamente | |
Zonas de popularidad | Francia, con especial relevancia en París, y Europa, con especial relevancia en España | |
Instrumentación típica | Piano solo, o acompañando voz solista u otros instrumentos de viento madera; arpa; orquesta de cámara y orquesta sinfónica. | |
Legado | ||
Géneros derivados | Minimalismo, Dodecafonismo, Serialismo y Neoclasicismo | |
Autores influenciados | Igor Stravinsky, Béla Bartók, Serguéi Prokófiev y Dmitri Shostakóvich, entre otros | |
La música impresionista es la tendencia musical que surgió en Francia a finales del siglo XIX. El nombre impresionismo ya se usaba antes para denominar a la pintura de los años 1860 - 1870, ya que las características de ambas artes eran muy similares. Los dos únicos autores a los que podemos llamar impresionistas en aquella época son Claude Debussy y Déodat de Séverac, aunque este último no está tan reconocido como gran parte de autores posteriores. Sin embargo, Claude Debussy es el autor impresionista más notorio, junto con los también franceses Maurice Ravel y Erik Satie.[cita requerida]
Al igual que el impresionismo pictórico y literario, el impresionismo musical intenta representar la fugaz impresión de un momento. A diferencia del estilo clásico-romántico vienés, en el cual se valora ante todo la proporción y el equilibrio formal, en la música impresionista los compositores buscan plasmar una imagen sonora. Similar a una imagen en la pintura impresionista, esta imagen sonora tiene la tarea de transmitir el estado de ánimo y la atmósfera de un momento al oyente, por lo que están en juego impresiones subjetivas y no propiedades materiales concretas. El desarrollo y procesamiento posterior de estas imágenes de sonido crea una imagen general borrosa en la que normalmente no se pueden distinguir formas sólidas.
La característica más destacada en el Impresionismo musical es el uso del "color", o en términos musicales, timbre, que se puede conseguir a través de la orquestación, el uso armónico, la textura, etc.[1] Otros elementos del Impresionismo musical también implican nuevas combinaciones de acordes, tonalidad ambigua, armonías extendidas, uso de modos y escalas exóticas, movimiento paralelo, extra-musicalidad, y títulos evocadores como "Reflets dans l'eau]" ("Reflejos en el agua"), "Brouillards" ("Brumas"), etc.[2]